Queratosis actínica o queratosis solar: qué es y cómo provenirla
La queratosis actínica (QA) o queratosis solar es una lesión de la piel muy común, de hecho, afecta al 23 % de los españoles mayores de 45 años, con especial incidencia en aquellas personas de tez clara que han pasado largos periodos de tiempo expuestas al sol y sin la protección adecuada, principal causa de la queratosis actínica.
Los estudios realizados hasta la fecha demuestran que su incidencia es mayor en los hombres que en las mujeres y puede llegar a causar cáncer de piel.
De hecho, durante años fueron consideradas como lesiones precancerosas. En 2003, el reputado dermatólogo Cockerell CJ insistió en definir el proceso como “neoplasia intraepidérmica” o neoplasia superficial. En un 20 % de los casos, evolucionan a carcinoma epidermoide, por lo que siempre deben ser tratadas.
Pero ¿en qué consiste la queratosis actínica?
Se trata de lesiones descamativas, eritematosas, a veces hiperqueratósicas (gruesas) y adherentes, únicas o múltiples, que suelen aparecer en zonas de piel expuestas al sol o a fuentes artificiales ultravioletas de forma continuada como cara, cuero cabelludo, escote, dorso de las manos, etc. A simple vista se perciben como lesiones rosadas y escamosas en la piel.
El diagnóstico de esta patología se realiza mediante la exploración clínica, siendo muy útil para ello el dermatoscopio, aunque a veces es necesario realizar una biopsia cutánea.
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Tratamiento de la queratosis actínica
Existen cuatro tipos de tratamiento a los que puede someterse el paciente de acuerdo a sus necesidades (en virtud del nivel de afección que presente) y predisposición a someterse a uno u otro procedimiento médico:
- Crioterapia: Consiste en la aplicación de nitrógeno líquido. Tras el tratamiento aparecen eritema, costras e incluso ampollas en la zona tratada. Puede quedar una hiperpigmentación residual. La crioterpia está especialmente indicada en pacientes con una única lesión o pocas lesiones.
- Electrocirugía: Se basa en la eliminación de la lesión mediante bisturí eléctrico, previa anestesia local.
- Aplicación de crema en sobres monodosis tres veces por semana durante cuatro semanas. Puede provocar prurito, dolor, formación de costras, etc.
- Terapia fotodinámica: Se realiza a nivel hospitalario y requiere de varias sesiones con aplicación de luz.
La importancia de la prevención
La mejor manera de prevenir la aparición de queratosis actínicas es protegerse de la radiación del sol y de las radiaciones ultravioletas. Para ello, es importante seguir las recomendaciones médicas al respecto:
- Usar ropa y complementos que cubran bien la piel.
- Emplear protector solar de al menos factor 50+. Existen protectores solares que incorporan protección de las células frente al daño provocado por el sol.
- Realizar exposiciones solares cortas, evitando los períodos de mayor radiación solar (entre las 12.00 y las 16.00 horas).
- Prescindir de métodos de bronceado artificial (solarium).
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La importancia de la prevención en este tipo de dolencia es fundamental. Como hemos señalado, algunos científicos y médicos consideran la queratosis actínica una forma precoz de CCE, es decir, un carcinoma de células escamosas. De hecho, hasta el 10 % de las QA pueden degenerar en CCE y entre el 40 y el 60% de los CCE comenzar por QA no tratadas adecuadamente, de ahí la necesidad de prevenir, además de someterse al tratamiento adecuado ante cualquier síntoma.
Por otra parte, la queratosis actínica constituye un síntoma inequívoco del foto envejecimiento de la piel, otorgando a esta un aspecto antiestético que puede contrarrestarse con el tratamiento y cuidados necesarios.
